La crecida del Ebro obliga a repetir algunos trabajos para la navegabilidad

ANNA LLUÍS
TORTOSA

La empresa Copisa Proyectos y Mantenimientos Industriales, que ha sido este año adjudicataria de las labores de mantenimiento del canal navegable del Ebro por 540.000 euros, deberá rehacer parte de los trabajos que han resultado dañados por la crecida de caudales que ha registrado el río en las últimas semanas, cuando se han rondado los 2.000 m3/seg. La directora del Institut per al Desenvolupament de les Comarques de l'Ebre (Idece), Genoveva Margalef, ha explicado que "la riada se ha llevado buena parte de las boyas de señalización que habían sido instaladas entre Ascó y Benifallet". Otros puntos deberán ser dragados por la acumulación de sedimentos.
La novedad de la campaña de navegación de este año, que se inició en Semana Santa y durará hasta el 2 de noviembre, es la apertura, por primera vez, del tramo de 17 kilómetros entre Móra d'Ebre y Ascó, de manera que el canal navegable abarca los 109 kilómetros que separan Ribaroja d'Ebre de la desembocadura.
Las labores de mantenimiento de Copisa consisten en la señalización para embarcaciones, la eliminación de las plantas acuáticas que dificultan la navegabilidad, el dragado, y la conservación de los 21 embarcaderos. Existe asimismo un servicio de descontaminación del mejillón cebra para evitar la propagación de la plaga.
Margalef espera que esta temporada "aumente el número de usuarios de la navegación, que en el 2007 superó las 16.000 personas sin contar el tramo desde Amposta a la desembocadura". En esta campaña deben empezar a aplicarse algunas de las medidas propuestas por el Govern, que presentó un plan de mejora del aprovechamiento turístico.

El Periódico de Catalunya, avui.