L'Oratge als Massos

miércoles, 28 de octubre de 2009

Vandellós rechaza el cementerio nuclear


Vandellòs reafirma con otra moción su rechazo al cementerio nuclear

La junta de gobierno de esta tarde aprobará otro escrito para reafirmar su postura, que ya pasó por pleno el 28 de abril de 2006

JORDI CABRÉ-ANDREU CARALT - 27/10/2009 20:36


El almacén tendría unas dimensiones de 283x78 metros y ocuparía 13 de las 20 hectáreas del polígono. - DT
El equipo de gobierno de Vandellòs i l’Hospitalet está muy molesto al entrar nuevamente en las quinielas para ser futura sede del Almacén Temporal Centralizado (ATC), conocido también como cementerio nuclear. Esta instalación, promovida por el Gobierno y técnicamente ideada por Enresa (Empresa Nacional de Residuos Nucleares), debe albergar los desechos de alta actividad de todas las centrales españolas además de los que están ‘en alquiler’ en Fracia (pertenecientes a Vandellòs I) y que ascienden a 13 metros cúbicos de alta actividad y 665m3 de media actividad.
En una informació publicada en El País de la edición de ayer colocaba nuevamente a Vandellòs y Tivissa (como una sede compartida) y Ascó en la lista de candidaturas para albergar esta instalación de 13 hectáreas que se completaría con otras siete de un polígono tecnológico y cuyos beneficios a corto plazo podrían suponer ingresos de 12 millones de euros anuales en los primeros años.
Negaciones categóricas
El alcalde de Vandellòs, Josep Castellnou, explicaba ayer que «es rotundamente falso que estemos interesados en albergar el ATC. En abril de 2006 votamos una moción de rechazo a esta instalación y no hemos cambiado de postura desde entonces». Además, hoy en la Junta de Gobierno Local, los concejales aprobarán otra moción respaldando la que se votó en el plenario del 28 de abril de 2006.
Aunque técnicamente se haya insinuado desde diferentes sectores –políticos y técnicos– que el emplazamiento de Vandellòs I sería el ideal para albergar el ATC, desde el Ayuntamiento de Vandellòs se razona de otra forma: el ‘peaje’ nuclear de la localidad se paga con creces con una central operativa y otra que está en proceso de desmantelación y que actualmente alberga un centro tecnológico puntero. Por tanto, el ATC no es un proyecto que interese en la zona.
Por su parte, los ayuntamientos de Ascó y Tivissa negaron también ayer de manera categórica cualquier contacto con Enresa o el Ministerio de Industria para postularse como candidato a albergar el ATC.
El alcalde de Tivissa, Jordi Jardí, recordó que, meses atrás, el consistorio aprobó una moción por unanimidad contraria al ATC en el municipio, «ningún miembro del equipo de gobierno ni yo como alcalde hemos mantenido contacto alguno con Enresa ni el Ministerio de Industria. Pongo la mano en el fuego», sentenció Jardí.
Por su parte, fuentes del Ayuntamiento de Ascó reiteraron que el municipio «no es candidato» a acoger el ATC y que no se han producido contactos con Industria. Apuntaron, además, que la Asociación de Municipios en Áreas Nucleares (AMAC), de la cual forman parte, decidió el pasado  mes de julio en asamblea general no presentar ningún  candidato.
A su juicio, a fecha de hoy se desconoce cómo será el proyecto, cómo se va a organizar el seguimiento de su construcción, cómo se organizará su seguridad y la protección de las personas y cuál va a ser el efecto económico sobre la zona de influencia ya que no existe, aseguran, el compromiso de que el parque tecnológico y el parque empresarial adjunto vayan a situarse en el mismo emplazamiento que el almacén de residuos.

martes, 27 de octubre de 2009

El cementerio nuclear


Cinco pueblos toman posiciones para albergar el almacén nuclear

Ascó, Vandellòs y Tivissa (Tarragona), Yebra (Guadalajara) y Merindad de Cuesta-Urria (Burgos), posibles emplazamientos para los residuos radiactivos

RAFAEL MÉNDEZ - Madrid - 27/10/2009


El Ejecutivo maneja actualmente cinco pueblos para albergar el almacén nuclear con los residuos radiactivos. Se trata de Ascó, Vandellòs y Tivissa en Tarragona, Yebra (Guadalajara) y Merindad de Cuesta-Urria (Burgos), próximos a nucleares, según fuentes conocedoras de la negociación. Oficialmente, el Ministerio de Industria, la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) y los ayuntamientos niegan las conversaciones y afirman que sólo comenzarán cuando se pidan candidatos, algo previsto para noviembre.
El Gobierno planea pedir municipios candidatos antes de final de año

El Gobierno planea pedir entonces candidatos que acojan el Almacén Temporal Centralizado (ATC), con todos los residuos radiactivos. En los últimos meses también hubo momentos en los que la publicación parecía inminente y acabó frustrada. Una comisión interministerial pedirá municipios que aprueben en pleno su candidatura. Oficialmente, los requisitos no son demasiados y casi toda España podría acogerlos: no puede estar en un lugar símico, protegido, inundable y se valorará que tenga tren.
El Gobierno ofrece unos 800 millones de inversión y un parque tecnológico de investigación. Además, sólo en impuestos por los residuos, los pueblos de la zona recibirían hasta 12 millones al año.
La aceptación social será uno de los principales escollos. Por eso, Industria ve lógico que acabe en una zona nuclear. Es probable que durante la tramitación surja algún candidato de una zona no nuclear -"con la crisis hay muchos que ahora se interesan", explica una fuente del sector-.
La Asociación de Municipios en Áreas con Centrales Nucleares (Amac) lleva tres años trabajando en las zonas que están dispuestas a aceptar el almacén para explicar qué supone y qué ventajas tendría. Vecinos de las comarcas de Ascó, Vandellòs y Zorita han viajado al almacén nuclear holandés que Enresa utiliza como referencia. El gerente de Amac, Mariano Vila, explica que "si se cumplen ciertas condiciones y el proceso es democrático y participativo, Amac presentará candidatos". En una asamblea en 2008, los municipios acordaron que las candidaturas saldrían de las zonas de Tarragona (Ascó y Vandellòs), Burgos (Garoña) y Guadalajara (Zorita).
Vila se mantiene en el discurso oficial de que no hay candidatos porque no hay ningún proceso de selección, y que se decidirán cuando el Gobierno abra la elección del emplazamiento.
Pero, según ha podido saber este diario, esos aspirantes son cuatro. En Cataluña están Ascó (1.600 habitantes y dos reactores nucleares) y Tivissa (1.800 habitantes, junto a Vandellòs, aunque su interés parece haber decrecido). Ambos están gobernados por CiU. El alcalde de Ascó, Rafael Vidal, asegura que no hay nada decidido actualmente y que cuando "se abra el proceso de selección, Amac decidirá si presenta candidatos".
El Gobierno considera que Cataluña es el lugar ideal, la zona con más nucleares y en la que el ATC puede suscitar menos rechazo. José Montilla y Artur Mas han sido informados de las intenciones de estos alcaldes y han bendecido su apuesta. Tras recibir la noticia, Montilla mandó a su delegado en Tarragona, Xavier Sabaté, a pedir el almacén. Sabaté explicó a este diario que apoyaba para la zona un ATC, pero sólo "con residuos de las centrales catalanas". Montilla inició este proceso como ministro de Industria.
El problema es que ICV, socio del PSC en la Generalitat, ha hecho saber que la instalación del cementerio sería motivo de fractura en el Gobierno. A un año de las elecciones autonómicas catalanas, el PSC teme que la selección del emplazamiento ofrezcan imagen de desunión en el tripartito. Aunque CiU no se opone a la construcción, sí aprovecharía para destacar que los socialistas piden una cosa y ERC e ICV, otra.
Pero al Gobierno se le acaba el plazo. Ha demorado la convocatoria del almacén pero le queda poco margen. El cierre de Garoña, en 2013, y la próxima saturación de la piscina de combustible de Ascó obligan a dar una salida a los residuos. Zorita y Trillo ya tienen un almacén de residuos en superficie. Además, en 2011 deben volver los 13 metros cúbicos de residuos de alta actividad y 665 de media actividad de Vandellòs I enviados a Francia en 1989. El contrato con Francia establece que a partir de esa fecha España pagará 49.545,17 euros por día de retraso (más la inflación). La cantidad no es mayor que lo que se ha pagado hasta la fecha, pero Francia ha pedido garantías de que España se hará cargo de estos desechos.
Hay más opciones, como Yebra (585 habitantes, próximo a la nuclear de Zorita) y Merindad de Cuesta-Urria (463 habitantes, junto a Garoña). En el primer caso, el alcalde, Pedro Sánchez, del PP, ha invitado incluso a la federación de mujeres del pueblo a Holanda a ver el almacén nuclear y tiene un apoyo notable. En noviembre pasado, en el bar del pueblo, defendía las bondades de un ATC, pero ante este periodista se atenía al discurso oficial: "No tengo por qué oponerme ni ofrecerme. No hay ningún proceso de selección, así que no me pronuncio".
El problema en Guadalajara es el presidente autonómico, José María Barreda, del PSOE, que considera que la provincia "ya ha pagado su peaje" al tener dos nucleares. La secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, ha hecho saber que si es una decisión municipal no se opondrá.
En Merindad de Cuesta-Urria, el alcalde, Alfredo Beltrán Gómez, del PP, gobierna con una amplísima mayoría (seis concejales por uno del PSOE). La Junta de Castilla y León, también del PP, afirmó que colaboraría en la búsqueda de lugar. El 17 de mayo de 2006, el director general de Industria, Manuel Ordóñez, señaló que la comunidad estaba "interesada en plantear o establecer conversaciones" sobre el ATC. Durante el debate sobre si el Gobierno cerraría Garoña, la Junta apostó por la continuidad de la central, pidió nuevos reactores y no le costó apoyos. La pega en este caso es que Merindad está a pocos kilómetros del País Vasco. El PNV -sostén de Zapatero en el Congreso- se opondría. La sombra de ETA, que ya obligó a parar la construcción de la nuclear de Lemóniz en los ochenta, no ayuda.
Por si el proceso fracasa, no se descarta la aparición de un candidato en la sombra, Vandellòs, aunque Mariano Vila dice que este Ayuntamiento "nunca será candidato de Amac". Si no hay emplazamiento, los residuos de Francia tienen que volver y lo harían a Vandellòs. Habría que construir un almacén individual, pero más complejo que los que tienen Zorita y Trillo, que son sólo contenedores de las barras de uranio gastado. Los residuos de Francia están vitrificados y sería necesaria una "celda caliente", un lugar donde manipular los residuos. Y una vez construido ese almacén, sería cuestión de tiempo que acabaran allí los residuos de Vandellòs II y de Ascó y por la vía de los hechos se iría conformando un único almacén, según fuentes del sector.
El alcalde de Vandellòs, José Castelnou (CiU) niega que en este momento aspire al almacén: "En principio no somos candidatos. El Ayuntamiento se pronunció en contra. No sé si han cambiado las condiciones, pero no se ha hablado nada de eso". Sí admite que reúne las condiciones técnicas, porque Enresa ya desmanteló una nuclear. El alcalde afirma que "a nivel técnico sí que se ha hablado de que Vandellòs era un buen emplazamiento".

El Pais, hoy

sábado, 17 de octubre de 2009

Un campo de minas bajo el polígono


Un campo de minas bajo el polígono

Les Camposines tiene en su subsuelo miles de bombas de la batalla del Ebro

FERRAN BALSELLS - Tarragona - 17/10/2009

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Les Camposines, partida perteneciente a La Fatarella (Terra Alta), es un campo sembrado de bombas. "A veces te asusta alguna explosión, pero durante la guerra fue peor", comenta Ramon Puig, de 71 años y payés de una masía cercana a un llano que contiene más de 400 bombas de aviación y obuses de artillería lanzados en la batalla del Ebro. La mayoría están sin explotar a menos de dos metros bajo tierra y conforman una zona minada por bombas españolas, italianas y alemanas.

      La noticia en otros webs

      Los estallidos que sobresaltan a Puig de vez en cuando son de bombas que, 71 años después, son explosionadas de forma controlada. Un consorcio integrado por el Instituto Catalán del Suelo (Incasol) y ocho ayuntamientos de la zona desminan el terreno para construir en él un polígono industrial. Se levantará en 50 hectáreas que concentraron el pulso definitivo entre nacionales y republicanos.
      La Generalitat considera esta área, enclavada entre Gandesa y Móra d'Ebre, zona económica estratégica. En el verano de 1938 también era estratégica: era un nudo de carreteras que permitió la penetración del ejército del Ebro, fue su cordón umbilical y después facilitó su retirada. De ahí su importancia; de ahí que, como Gandesa y Corbera d'Ebre, Les Camposines fuera machacada por la aviación y la artillería, fundamentalmente franquistas.
      La loma desde la que se dirigen los trabajos de desminado fue blanco de las ofensivas franquistas, empeñadas en retornar a los republicanos a la ribera norte del río, de donde habían partido el 25 de julio de 1938. No hay datos sobre los proyectiles republicanos, pero sólo el bando insurgente se calcula que lanzó en la zona 5.000 bombas por hectárea.
      Raphaello Navarra, supervisor de los trabajos de limpieza de proyectiles que el consorcio adjudicó por 300.000 euros a la compañía francesa Eolia, repasa una mancha compacta de lunares rojos dispuestos sobre el plano: es el mapa de los proyectiles ocultos trazado por sondas magnéticas. Un equipo de siete especialistas los busca sobre el terreno. La mayoría son ex militares franceses con experiencia en desactivación de minas en Vietnam, Camboya y Bosnia. "Para ellos es un trabajo sencillo", señala Navarra, aunque requiere precisión. El proceso es manual, a lo sumo una excavadora ahonda medio metro sin acercarse al proyectil. Si la bomba sigue activa, los especialistas en explosivos de los Mossos y de la Guardia Civil explosionan el artefacto de forma controlada.
      "Es una labor de alto riesgo", apunta el director del proyecto y coordinador de seguridad, Francesc Xavier Vilaró. Lo saben los habitantes de la zona, que en la inmediata posguerra recolectaron metralla y desmontaron todo tipo de proyectiles sin explotar para malvender los metales resultantes, con lo que combatían las penurias posbélicas. La mayor parte de los pueblos de la Terra Alta pagaron un caro tributo por este trabajo: muchas personas murieron intentando desactivar proyectiles y otros lo hicieron cuando, realizando sus labores agrícolas, tropezaban con un proyectil activo que explotaba a su paso.
      Los estragos de la batalla no concluirán con la retirada las bombas. "Probablemente entonces empecemos a localizar cadáveres", señala un portavoz del Incasol. El Consorcio de la Batalla del Ebro gestionará su entierro en el cercano Memorial de les Camposines, un monumento osario que acoge los restos de los soldados no identificados que murieron en la batalla más sangrienta de la Guerra Civil.

      jueves, 1 de octubre de 2009


      Ahora que empieza la temporada de bolets, mucho ojo con los venenosos. Ahí van algunas imágenes. (Picar sobre la imagen para agrandarla)