L'Oratge als Massos

lunes, 8 de febrero de 2010


Los lodos tóxicos de Flix serán depurados en hornos a 2.000°

  1. • 700.000 toneladas de residuos serán extraídas del embalse dentro de 18 meses
  2. • El material será deshidratado y el 20% precisará de una segunda depuración 

Inicio de los trabajos previos a la extracción de lodos en Flix, el día 2. Foto: EFE / jAUME SELLART
Inicio de los trabajos previos a la extracción de lodos en Flix, el día 2. Foto: EFE / jAUME SELLART

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ANNA LLUÍS
FLIX
La descontaminación del embalse de Flix incorporará hasta tres procesos técnicos diferentes. Será una operación de una complejidad con escasos precedentes en el mundo, dado que, en función de los componentes de los residuos que vayan emergiendo, se irá aplicando y combinando cada uno de los métodos para llevar a cabo una operación de notables dimensiones: convertir 700.000 metros cúbicos (o toneladas) de lodos tóxicos en tierra residual que pueda depositarse sin riesgo en un vertedero. 
Con unos 200 millones de inversión, la actuación iniciada en Flix constituye un reto medioambiental de primer orden: «La limpieza del puerto de Nueva York y otras actuaciones en Holanda y Japón serían algunos de los pocos retos similares al que afrontamos aquí», han explicado fuentes de Acuamed, la empresa pública responsable del proyecto.
Los métodos descontaminantes serán, pues, la clave de un proceso todavía más amplio, que incluye la limpieza de la zona y que comenzará dentro de 18 meses, según las previsiones del ministerio de Medio Ambiente. La semana pasada comenzaron los trabajos previos a la succión de los residuos que se han ido acumulando bajo las aguas del embalse durante las últimas décadas.

DESHIDRATAR PRENSANDO / La primera de las técnicas es la deshidratación. Una draga succionará todo el material fangoso. Este proceso inicial se llevará a cabo con todos los fangos a medida que vayan emergiendo. La deshidratación consiste en un sistema de prensado que permite escurrir el agua y por tanto reducir el peso y el volumen de los sedimentos. «Calculamos que más de un 80% del material extraído no precisará de otra medida que esa, debido a que los niveles de contaminantes que contiene son bajos», asegura un responsable de la obra.
En cambio, para el 20% restante será necesario aplicar un segundo sistema, que será la oxidación, en el caso de lodos que presenten altos niveles de metales pesados, o la llamada desorción, si predominan los tóxicos orgánicos.
«Con la oxidación perseguimos convertir en inactivos los residuos y eso se consigue añadiendo ciertos compuestos a la mezcla para estabilizarla», describe un técnico de Acuamed. Por ejemplo, si se detecta exceso de mercurio, se aporta azufre y la mezcla origina sulfuros aptos para el vertedero.
Por el contrario, en el caso de que predominen los elementos orgánicos, la desorción será la opción escogida. Este sistema consiste en convertir los residuos orgánicos en vapor de agua a altas temperaturas, calentando los lodos en hornos a 300 grados, una temperatura que consigue volatilizar los tóxicos. El vapor generado pasa entonces a una cámara que lo elimina a 2.000 grados centígrados. Desaparece.

MURO DE PROTECCIÓN / La fase previa a este complejo tratamiento consistirá en construir un muro metálico de 1,4 kilómetros de longitud que aísle el volumen de residuos químicos de la corriente del río. Se evitará así la tragedia ecológica que supondría que la montaña de residuos, calificada de bomba química latente, se moviera durante la fase de extracción.
A pesar de que las obras llevan dos años de retraso desde que se adjudicaron, Acuamed sigue buscando un acuerdo con Ercros, la empresa contaminadora, para que le ceda terrenos donde construir la planta de tratamiento de lodos, la depuradora de aguas y el vertedero donde depositar los residuos, tres instalaciones necesarias antes de tratar la bolsa de contaminantes.
La complejidad del proceso responde la acumulación de los lodos bajo las aguas del embalse, debido a la producción de la empresa química Ercros. Sus vertidos al río, autorizados en algunos casos por la legislación de la época y descontrolados en otros, desembocaron en la situación actual.

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